La importancia de pedir disculpas a los niños (de una manera sincera)

Una de las lecciones más poderosas que podemos enseñar a nuestros hijos es que nadie es perfecto y que incluso los padres cometen errores.

A veces nos sentimos presionados para ser la madre o el padre perfecto que lo tiene todo bajo control y siempre dice y hace lo “correcto”. Pero seamos realistas: nadie es perfecto. Los padres son humanos y a veces manejamos situaciones de maneras que no nos hacen sentir bien. La buena noticia es que estas son oportunidades perfectas para modelar formas saludables de comunicarse con alguien a quien hemos lastimado o no hemos tratado tan bien como nos hubiera gustado.

En esta entrada del blog, exploraremos formas sinceras de decir “lo siento” a nuestros hijos y cómo manejar estos momentos con honestidad y reflexión ayuda a los niños a aprender la importancia de una buena disculpa.

Cómo decir “lo siento” a sus hijos

Una disculpa significativa va más allá de simplemente decir ”lo siento”. Se trata de asumir la responsabilidad de sus acciones, reconocer su impacto en su hijo y expresar cómo planea hacerlo mejor en el futuro. Aquí tiene una guía sencilla sobre cómo disculparse de una manera que fomente la conexión:

  • Reconozca el error. Empiece por reconocer lo que salió mal. Sea específico. Por ejemplo, “Te grité cuando estaba molesto anoche. No mereces que te hable así”.
  • Valide los sentimientos de su hijo o hija. Demuéstrele que entiende cómo se habrá sentido. “Veo que te ha asustado y te ha hecho sentir mal”.
  • Asuma la responsabilidad. Hágase responsable de sus acciones sin poner excusas. “Todos merecen que se les hable con amabilidad, y lamento mucho haberle gritado”.
  • Comprométase a mejorar. Hágale saber a su hijo o hija que usted está comprometido a hacerlo mejor y qué medidas concretas tomará en el futuro. “La próxima vez que me sienta frustrado, me tomaré un descanso (me prepararé una taza de té, respiraré profundamente) en lugar de levantar la voz”.

Esta forma de decir «lo siento» muestra responsabilidad y, al mismo tiempo, deja espacio para hablar de los sentimientos.

Algunos expertos recomiendan dar una razón para su acción. Si lo hace, tenga cuidado de no permitir que su razón se convierta en una excusa para lo sucedido. Piense en cómo podría decir algo como: “Siento haberte gritado anoche. Últimamente he estado muy agobiada y ver el desorden en la mesa después de pedirte que limpiaras me molestó mucho. Pero no te mereces que te hable así. La próxima vez que me sienta abrumada, me tomaré un descanso en lugar de levantar la voz”.

Cuando se disculpa, no solo está sanando la desconexión entre usted y su hijo, sino que también le está enseñando una habilidad esencial para la vida. Los niños aprenden de lo que ven, por lo que, al ofrecer disculpas sinceras, les está ayudando a desarrollar la capacidad de hacer lo mismo en sus relaciones.

Además, reconocer nuestras imperfecciones muestra a los niños que nosotros también estamos aprendiendo y creciendo. Esto ayuda a normalizar la imperfección y sirve como recordatorio de que no tenemos que ser perfectos para ser amados y respetados, y que los errores son solo oportunidades para crecer.

Tenemos un infográfico fantástico para explicar a los niños las disculpas sinceras.

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