¿Es difícil lograr que su niño/a haga cosas que no le gustan hacer o que no proporcionan una recompensa inmediata? Por ejemplo: limpiar su cuarto, practicar su letra, o sacar la basura. Si no, ¿¡¿para cuando va a presentar su taller sobre la crianza de niños?!? Incluso los adultos batallamos para hacer las cosas que pueden ser desagradables en el momento pero que sabemos que darán resultado en el largo plazo (la limpieza, el ejercicio, el papeleo, etc.). Para los niños, puede ser aun más difícil llevar a cabo estos tipos de tareas porque la parte del cerebro que está dispuesta a esperar las recompensas de largo plazo todavía está en desarrollo. Todos tenemos que hacer tales tareas, entonces, ¿qué podemos hacer para activar nuestra motivación para hacerlas? La respuesta puede ser lo que se llama la agrupación de tentaciones.
La agrupación de tentaciones quiere decir emparejar una actividad agradable con otra que no nos gusta tanto, pero cuya recompensa es a largo plazo.
Para un adulto, esto puede incluir escuchar un audiolibro o podcast que le encanta mientras hace ejercicio, o mirar tele mientras dobla la ropa, o tomarse un café con leche o un moca mientras prepara la declaración de los impuestos. Para fortalecer este método, SOLO permítase disfrutar esta actividad agradable mientras hace la tarea que tiende a evitar. De esta manera, ¡puede convertir la tarea odiosa en algo que espera con anticipación!
Para un niño, puede usarse una estrategia casi igual: escuchar un audiolibro mientras escarda o lava los platos, tomarse un chocolate caliente u otro capricho especial mientras hace los deberes o practica una habilidad.
La agrupación de tentaciones para niños puede diferir de lo que hacen los adultos de dos maneras, un pro y un contra.
- Primero el contra: Debido a su etapa de desarrollo, los niños tienen que esforzarse mucho más que los adultos para prestar atención, sobre todo para hacer dos cosas a la vez. Entonces, para algunos niños, puede que no tengan ninguna dificultad para doblar la ropa mientras ven la tele, o escuchar un audiolibro mientras lavan los platos, pero para otros, esto podría distraer demasiado su atención. De ser así, intente emparejar las actividades agradables que no requieren concentración (música en vez de un audiolibro), o convertir la actividad desagradable en otra más divertida a través del juego y la imaginación, lo cual nos conduce a…
- El pro: ¡Lo fantástico de ser niño es que la imaginación e incluso la ludificación más simple puede convertir las tareas desagradables en actividades divertidas! La ludificación (también conocida por el anglicismo gamificación), es un proceso de convertir en juego, cualquier actividad.
A continuación presentamos algunas maneras de agrupar tentaciones utilizando algunos hacks aptos para los niños para convertir las tareas aburridas u odiosas en actividades divertidas:
- Imaginación y actuación. Para mí, era divertido fingir que era colector de basura, llevando en bicicleta la bolsa de basura por toda la entrada de mi casa al basurero. ¿Qué es lo que a su niño/a le gusta imaginar? ¿Puede convertirse en parte de su mundo imaginario, una tarea que por el momento no le agrada?
- Los disfraces pueden elevar este método a otro nivel. Una camisa grande que puede servir de delantal, batas, gorros divertidos (¡un gorro de cocinero para la cocina!), guantes de trabajo, capas de superhéroe, cualquier cosa que aumente su imaginación y la diversión.
- A los niños les encanta mandar a sus papás. Si están haciendo juntos una tarea doméstica, deje que su hija sea la jefa, demostrándole cómo hacer la tarea o “verificando su trabajo”. Al preparar la cena, ella sería la chef y usted su ayudante. Puede que usted este haciendo la mayor parte del trabajo, pero ella está asegurándose que el resultado cumpla sus altas estándares.
- Ayudar. Al igual que les gusta mandar, a los niños también les encanta ayudar. En vez de decirle a su hijo que haga alguna tarea, pídale que le ayude a hacerla. Tal vez ha visto el tweet que dice: “Mi mamá me decía que era el mejor pelador de patatas del mundo y yo me lo creía a pies juntillas. Y cada vez que comíamos patatas me hacía tanta ilusión mostrar mis habilidades… Touché’ mamá, touché”. Exactamente.
- ¡Las herramientas! ¿Alguna vez le ha dado a su niño/a una botella atomizador para limpiar la mesa? ¡Qué alegría! Las escobillas de goma hacen más divertida la tarea de limpiar las ventanas o los espejos, un cepillo de dientes sirve para fregar, la tijera o el cuchillo de niños amplía su participación en la cocina, un portapapeles con una lista de comprobación hace más “oficial” su trabajo, con una lupa puede inspeccionar los resultados, y le encantará usar las herramientas de jardinería.
- Ludifique la actividad.
- ¿Qué tan rápido? El agregar un elemento de tiempo puede ampliar la emoción. ¿Qué tan rápido puede terminar? ¿Su hija puede hacerlo más rápido que usted o su hermano/a? ¿O puede terminar antes de que suene el reloj?
- Agregue elementos de destreza. En vez de recoger la ropa y ponerla en la canasta, convierta la canasta en canasta de baloncesto. ¿Puede ganar puntos como si estuviera jugando al baloncesto? La clasificación: ¿Puede recoger todo lo que tenga el color rojo? ¿Letras? ¿Todo lo suave? ¿¡Puede hacerlo cuando el piso es lava!?
- Juegos de mesa. Si la actividad es parte de una rutina diaria, convierta cada paso en un espacio en su propio juego de mesa donde puede adelantar su ficha cada vez que cumpla la actividad. Esto podría servir de agenda visual con una línea horizontal y una pinza de ropa que mueve en la parte inferior para marcar cada paso. O puede marcar cada paso con una perforadora (¡otra herramienta!), o poner una calcomanía en cada paso al terminarlo.
Todos tenemos que hacer cosas que no nos agradan en el momento. Como adultos tenemos más capacidad de persistir con las cosas desagradables pensando en la recompensa a largo plazo que recibiremos más adelante. Los cerebros de los niños todavía están en desarrollo y por lo tanto ¡necesitan nuestra ayuda para hacer que estas tareas aburridas o tedias sean más divertidas!