Mi hija está muy disgustada… ¿Qué puedo hacer para ayudarle a tranquilizarse?

Esta semana iba a escribir sobre estrategias que pueden usar los papás cuando los niños se sienten muy ansiosos. Luego me di cuenta de que, en KITS, usamos las mismas estrategias en todas las situaciones en las que los niños no pueden controlar sus pensamientos, sus sentimientos o sus comportamientos. Esto incluye cuando están ansiosos, enojados o miedosos. Estas técnicas sirven para cualquier momento cuando su hijo necesita ayuda para calmarse.

En el momento, puede ser difícil saber por qué un niño está teniendo dificultades con sus sentimientos, especialmente para los niños pequeños, porque la ansiedad y el enojo pueden parecerse – ambos pueden abrumar a los niños. Puede pensar (y hablar) del por qué en otro momento. En este momento, solo tiene que ayudar a su hijo a tomar control de sus propios sentimientos.

A continuación hay algunas sugerencias para ayudar cuando los niños necesitan tranquilizarse. Algunas técnicas pueden funcionar mejor que otras con su hijo. Éstas son maneras de prevenir que su hijo pierda el control. Si su ya está abrumado con sentimientos fuertes, es probable que ambos él y usted necesiten usar otras estrategias.

Ejercicios de la respiración

Respiraciones 4-7-8

Siéntese bien derecho. Tome una inhalación profunda por la nariz mientras cuenta a 4.  La respiración es con el diafragma, entonces imagine un globo que se llena por debajo de sus costillas. Retenga la respiración mientras cuente a 7. Exhale la respiración por la boca mientras cuenta a 8 (despa-a-a-a-c-i-ooo). Aquí hay un video que demuestra esta técnica.

Apagar las velas

El adulto levanta algunos dedos e indique al niño que imagine que son velas de cumpleaños. El niño toma una respiración profunda y apaga cada una.

Respiración del dragón

Esta técnica es divertida porque el niño puede jugar a dragón. Siéntese derecho. Inhale por la nariz. Exhale por la boca con fuerza como un dragón que lanza fuego por la boca. Los niños también pueden hacer “dragones” utilizando vasos de papel o tubos de cartón para ver moverse la lengua del dragón. Aquí hay un ejemplo.

Ejercicios de la Atención Plena

La atención plena ayuda al niño a enfocarse en el momento presente en vez de preocuparse o enfocarse en cosas que le pueden disgustar. Dígale al niño que tome 3 respiraciones lentas y luego pregúntele:

¿Cuáles son tres cosas que escuchas en este momento? (el reloj, un carro, su respiración)

¿Cuáles son tres cosas que ves? (la mesa, un letrero, una persona que va caminando)

¿Cuáles son tres cosas que sientes? (la silla, el piso, el teléfono en su bolsillo)

Si su hijo no le contesta pero parece estar prestando atención y tranquilizándose, usted puede calmadamente decirle lo que ve, escucha y siente. Esto también puede ayudarle a enfocarse en el presente.

Si su hijo no le contesta pero parece estar prestando atención y tranquilizándose, usted puede calmadamente decirle lo que ve, escucha y siente. Esto también puede ayudarle a enfocarse en el presente.

Actividades físicas

Sacúdelo

Dígale a su hija que deje que los brazos cuelguen a los dos lados de su cuerpo y relaje sus hombros. Entonces va a empezar a sacudir las manos, luego los brazos, como si estuviera sacudiéndose los problemas. Puede mover su cabeza de un lado para otro y mover el resto de su cuerpo también.

Pelotas para aliviar el estrés

Dele a su hijo una pelota Nerf u otra pelota suave que cabe en su mano. Si está molesto, puede apretar y soltarla, y apretar y soltarla hasta que se tranquilice. Es una buena herramienta que su hijo puede traer consigo en el bolsillo.

Dar un paseo

A veces, alejarse un poquito de la situación para dar un paseo (quizás para tomar agua en la cocina o lavarse las manos en el baño) puede ayudarle su niña a distanciarse de lo que le está provocando angustia. También le da la oportunidad de empezar de nuevo. Cuando entra nuevamente en el cuarto, puede intentar nuevamente a conversar calmadamente, hacer la tarea que le fue difícil, o darse cuenta de que algo que temaba realmente no es tan terrible.

Estas estrategias requieren algo de práctica; puede que funcionen mejor después de acostumbrarse a usarlas. Entonces, ¡no se dé por vencido! Si algo no funciona la primera vez-intente nuevamente varias veces. Si una estrategia le parece buena para su familia, practícala cuando su hija no está molesta. De esta manera, es más probable que pueda utilizarla ella misma cuando está teniendo dificultades.

Finalmente, recuerde que una de las mejores maneras de ayudarle a su hijo a manejar sus sentimientos sin perder el control es modelar buenos comportamientos. Podría decirle a su hijo, “¿Sabes lo frustrado que me pongo cuando hay mucho tráfico? Bueno, cuando sucede eso, tomo unas respiraciones bien profundas” y demostrárselo.

¡Todas estas técnicas son buenísimas para adultos también!

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