¡Falta poco para San Valentín! Qué buena oportunidad nos presenta tomar un par de momentos para fomentar esas experiencias infantiles positivas que crean conexión y resiliencia en las vidas de nuestros hijos. A lo largo de los años mi familia ha explorado muchas formas de divertirnos mediante esta celebración de amor y convivencia. Algunas de ellas se comparten a continuación. Recuerde que lo más importante de estas actividades es su conexión con su hijo o hija. Si algo le llama la atención y le parece divertido y manejable, ¡inténtelo! Y si este no es el momento adecuado, puede guardar la idea para otro momento más oportuno.
Las tarjetas caseras. Nuestra tradición de San Valentín más antigua ha sido elaborar tarjetas para amigos, familiares y vecinos. Nos encanta dibujar con crayolas en las tarjetas pequeñas y luego pintar sobre la cera con acuarelas para ver resaltar las imágenes. A lo largo de diez años, nuestro proceso ha evolucionado hasta convertirse en una escena de producción en cadena en la que cada miembro de la familia trabaja en su parte favorita de la actividad. Y a todos les encanta recibir nuestras creaciones hechas a mano. ¡Divertido y por partida doble!
Tiras de corazones de papel. Un nuevo favorito es ensartar tiras de corazones de papel de colores de San Valentín. Son fáciles de hacer y muy festivos. Hacer manualidades es estupendo para el desarrollo de los niños y puede adaptar su participación a su etapa de desarrollo. Para hacer los corazones, sólo tiene que cortar tiras de papel, doblarlas por la mitad, doblar los extremos opuestos hacia dentro y grapar, pegar, o enganchar. Luego puede hacer agujeros en la parte superior e inferior y ensartarlos como si fueran cuentas.
Aprendimos por ensayo y error que es importante enrollar el cordel alrededor de los agujeros para soportar parte del peso de los corazones (¡quién iba a decir que el papel podía ser tan pesado!) de lo contrario, ¡sus tiras se convertirán en corazones aplastados en un cordel!
Desayuno de San Valentín. Si tiene tiempo y ganas, puede ser realmente especial levantarse un poco antes de lo habitual para compartir un desayuno de San Valentín con sus hijos. Me encanta la idea de reunirnos para tomar un desayuno que nos una antes de que las prisas del día se apoderen de nosotros. Y resulta que las tostadas son muy versátiles cuando se trata de decoraciones de San Valentín. Podría simplemente raspar formas de corazón en la tostada o decorarla con mantequilla de cacahuete y mermelada. También podría cortar en el pan un agujero en forma de corazón y freír un huevo directamente en él, untando el recorte en forma de corazón con mermelada roja.
De nuevo, lo importante de esta idea es conectar con sus hijos. La decoración de su comida podría ser tan sencillo como un corazón de pasas colocado con cariño encima de sus copos de avena (¡un acto simple que produce tanta alegría!).
Hablar sobre los sentimientos. ¿Por qué será importante reconocer sus propios sentimientos? ¿Y los sentimientos de otras personas? ¿Cómo se siente el saber que lo o la quieren? ¿Qué significa ser amable? ¿Cómo se siente cuando hace o recibe un cumplido? Puede animar a sus hijos a que hoy hagan un cumplido a una persona fuera de casa.
Vestirse iguales. La mayoría de mis hijos han pasado por una fase en la que les gustaba vestirnos a juego. Me encanta la idea de revivir esta celebración de conexión en San Valentín. Puede que le guste un tema de San Valentín, o quizá algo más sutil. En cualquier caso, puede ser una forma estupenda de llamar la atención sobre el vínculo que le une a su hijo o hija. Quizá toda la familia quiera participar.
Hornear juntos. Diviértanse horneando galletas caseras de San Valentín. Cocinar con los niños trae muchos beneficios y el olorcito dulce y el calor del horno tal vez les inspiren para iniciar su propia tradición familiar de hygge.
Hacer ejercicio (¡Es bueno para el corazón!). Con los niños, el ejercicio puede ser realmente divertido. Y sólo hacen falta un par de minutos para hacer bombear su corazón. Esto no solamente fortalece el corazón, sino que también apoya el sistema inmunológico y promueve el desarrollo cerebral. Me encanta que mis hijos hagan movimientos divertidos mientras yo les imito. Todos acabamos en ataques de risa y hacemos una sorprendente cantidad de ejercicio en el proceso. Mi hija y yo también nos hemos divertido con ejercicios cardiovasculares familiares que encontramos en Internet.
Fiesta de baile familiar. Haga una lista de reproducción de canciones bailables que le gusten a su familia, o empiece con una sola canción. Aprender a moverse sin complejos es un regalo que se da mejor en la infancia. Si su familia ya baila junta, puede organizar una minifiesta de baile el día de San Valentín. Y si no es algo que haya probado todavía, San Valentín puede ser una gran oportunidad para intentarlo.
Decore la casa con corazones de papel. Esta sencilla actividad puede hacerse con sus hijos o como sorpresa antes de que se levanten por la mañana. Podría tratarse de colocar corazones por todo el salón o en sus habitaciones, o incluso algo parecido a una búsqueda del tesoro, dependiendo del tiempo de que disponga. Lo que me encanta de las decoraciones de corazones de papel es que es fácil hacer un montón de una sola vez juntando varios papeles, doblándolos por la mitad y cortando una mitad del corazón a lo largo del pliegue para obtener corazones perfectamente simétricos. Sencillo, barato y seguro que encantará a pequeños y mayores.